No soy un personaje de película
¿Has notado como es la vida de los personajes de las películas?
- Tienen un cabello envidiable: no pierden su peinado aun después de dormir, correr, pelear, etc.
- Rara vez necesitan ir al baño o lavarse la boca.
- Tienen la habilidad de brincar de aviones, edificios, y autos o trenes en marcha sin sufrir daño.
- Puede salir ilesos de explosiones.
- Pueden resistir una gran cantidad de golpes sin morir.
- Siempre ganan la competencia en el último momento.
- Consiguen su pareja ideal en el último momento.
- Y muchas otras cosas
¡Cuán perfecta son sus vidas!
Hay un solo problema: estas personas son ficticias. Tratar de imitar la vida de estos personajes es vivir una fantasía. Aun así muchas personas quieren vivir sus vidas usando estos personajes como modelos a seguir.
Nuestras vidas se asemejan muy poco a las de los personajes de las películas, pero sin embargo, tienen gran semejanza a la de los personajes bíblicos. Dios quiso que la historia de estas personas estuviera en Su palabra para que sirvieran de ejemplo para nosotros. Estas historias no esconden los defectos de sus personajes, haciéndonos entender que al igual que nosotros ellos no eran perfectos.
Tenemos el caso del profeta Jonás, quien recibió un mensaje de parte de Dios para darlo a un pueblo rebelde. Jonás se resistió a llevar el mensaje porque este pueblo era sumamente malvado. A veces nuestro sentido de justicia ciega nuestro sentido de misericordia y no nos deja hacer la voluntad de Dios.
También podemos comparar nuestras vidas con la del apóstol Pedro. Pedro era pronto en hablar y actuar, y como resultado era dado a cometer errores. Pero Jesús pudo ver en las cualidades de Pedro a un líder atrevido que sería de gran bendición.
Otro ejemplo es el de la vida de Judas Iscariote, quien a pesar de haber estado con Jesús por mucho tiempo no supo aplicar a su vida las enseñanzas aprendidas.
También podemos aprender del apóstol Pablo, quien en sus comienzos perseguía a los cristianos pensando que estaba sirviendo a Dios. Pero Dios en su misericordia decidió revelársele y usó el celo y la energía que caracterizaban a Pablo para llevar el evangelio por el mundo conocido y dejar una revelación escrita para el resto de la humanidad a través de sus epístolas.
También podemos hablar de personas Abraham, Jacob, Moisés y David, quienes aunque no eran perfectos hicieron grandes proezas mientras siguieron la dirección de Dios. Si fuéramos a enumerar los defectos de estos y otros personajes podríamos ver que sus vidas no son diferentes a las nuestras. Ellos cometieron errores que nosotros cometemos. De la misma forma si nos proponemos seguir la dirección de Dios veremos que Dios puede hacer cosas grandes en nuestras vidas como lo hizo en la vida de ellos.
¿Por qué seguir imitando la fantasía de los personajes de las películas? No todas las historias de los personajes de la biblia son dignas de imitar, pero podemos sacar provecho de sus experiencias para aplicar las enseñanzas aprendidas a nuestras vidas.
No podemos ser como los personajes de películas, pero si podemos ser hijos de Dios.
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