El Padre Nuestro – Perdón
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. – Mateo 6:12
Sabemos que el pecado nos separó de Dios. Sin embargo, fuimos perdonados mediante la fe en el sacrificio de Jesús por nosotros.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados… – Romanos 3:23-26
Perdóname
Jesús sabía que nosotros seriamos justificados y perdonados por fe (Romanos 5:1, 8:1), entonces, ¿por qué nos enseña a que oremos por perdón? Tenemos que entender que esta no es una oración para alcanzar salvación, más bien es una oración para la continua relación entre Dios y aquellos que ya forman parte de su reino: aquellos quienes recibieron salvación a través de la fe en el sacrificio de Jesús. Sin embargo, aún vivimos en un mundo afectado por el pecado, y aunque ya no practicamos el pecado, aún pecamos.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. – 1 Juan 1:8-2:2
Si ofender a alguien que te ama y a quien amas causa dolor, ¿cuanto más debería de dolernos cuando ofendemos a Dios? Como resultado, buscamos perdón cuando pecamos: nuestro amor por El nos compele a hacerlo. Conocemos nuestras debilidades. Es por eso que debemos orar por perdón cada día.
Ayúdame a perdonar
La Segunda porción de esta oración parece tener una clausula condicional. ¿Por qué orar “como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”? El contexto de El Padre Nuestro es acerca de Dios como nuestro padre, Dios como nuestro Rey, nosotros en Su reino y nosotros en su familia. Nuestras relaciones con nuestra familia en Dios son de gran importancia en Su reino, pero estas son también afectadas por el pecado.
El establecimiento del reino de Dios requiere el arreglo de las relaciones rotas. No es fácil. Todos sabemos cómo se siente ser ofendido. Para ser honestos, existe usualmente un deseo innato para que haya consecuencias hacia aquellos que nos han ofendido.
Así que, ¿cómo podemos hacer algo que va en contra de nuestra naturaleza humana? Oramos para que nuestros pecados sean perdonados, pero a la misma vez, reconocemos que hemos sido ofendidos y que necesitamos perdonar. Esto nos debe llevar a orar a Dios para que nos muestre cómo perdonar de las misma forma que fuimos perdonados; una oración para que Dios transforme nuestros corazones para que sean como el suyo.
El perdón es parte de Su reino…el perdón es parte de Su voluntad.
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