El Padre Nuestro – nuestro proveedor (parte 2)
En nuestro blog anterior hablamos de Dios como nuestro proveedor. Sin embargo, podríamos preguntarnos por qué si Dios es nuestro proveedor, hay personas cuyas necesidades parecen no ser cubiertas. ¿Por qué Dios no está haciendo algo al respecto?
Necesitamos entender que vivimos en un mundo caído. Este ha evolucionado apartándose del diseño de Dios. El ambiente perfecto del Jardín del Edén fue desplazado por un mundo en constante decadencia. La razón: decidimos rechazar el consejo de Dios y convertirnos en nuestros propios dioses. Pero Dios no quiere que el mundo continúe en su condición actual. Incluso la creación anhela ansiosamente nuestra redención (Romanos 8:19-22).
Mientras tanto, ¿qué pasa con los necesitados de este mundo? ¿Dios los ha olvidado? ¿Sus oraciones no son escuchadas? No. La Biblia es muy clara acerca de cómo Dios se preocupa por ellos. En el reino de Dios, el cual se está estableciendo, la justicia para los necesitados es un tema principal.
- Dios reprendió a su pueblo por su injusticia y opresión contra los pobres.
- El ministerio de Jesús se destaca por su trabajo entre los necesitados y los rechazados.
- Cuidar a los necesitados es una de las cosas que Su iglesia no debe olvidar hacer.
Algunos todavía podrían preguntarse, si Dios se preocupa por los necesitados, entonces ¿por qué Jesús no puso fin a las injusticias y la pobreza? Piénsalo. Si Jesús lo hubiera hecho, habría sido una solución temporal. Debido a la naturaleza pecaminosa de la humanidad, la injusticia y sus consecuencias volverían a reinar poco después de que Jesús regresara al cielo (repitiéndose la historia del Jardín del Edén). Nuestra única solución era que Jesús resolviera el problema central de la humanidad: el pecado (la fuente de la injusticia y sus consecuencias). Por eso la principal prioridad de Dios es cambiar los corazones.
No pierdas la esperanza. La solución permanente está en camino. Todo lo malo en este mundo dejará de existir cuando venga Su reino.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. – Apocalipsis 21:4-5
Ahora sólo podemos ver destellos de lo que está por venir. ¿No puedes esperar? Participar en el establecimiento de Su reino, incluyendo luchar contra la injusticia y cuidar de los necesitados, a la vez que continuamos orando por nuestro pan de cada día, que Su reino venga y que se haga Su voluntad.
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