Una puerta se cierra
A nadie le gusta que se le cierren las puertas de la vida, pero a veces cuando una puerta se cierra es porque hay una mejor que ha de abrirse.
A Noemí se le habían cerrado sus puertas. Quedo viuda (Rut 1:3) y perdió a sus hijos (1:5), quedando básicamente desamparada.
Cuando las puertas se cierran es fácil caer preso de la frustración.
No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido? – Rut 1:20-21
Pero cuando Dios está presente en nuestras vidas, aunque no lo entendamos, las puertas que se cierran tienen propósito de traer una mayor bendición. En el caso de Noemí, las puertas que se cerraron en Moab tenían el propósito de hacer que regresará a su tierra natal con su yerna Rut, abriendo una puerta que permitiría que Rut, aun siendo moabita, eventualmente se convirtiera en parte de la genealogía de Jesús.
Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham…Booz engendró de Rut a Obed…y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo – Mateo 1:1-16
Yo no sé que puertas se han cerrado en tu vida, pero sé que si pones tu confianza en Jesús otras puertas se habrán de abrir para traer una mayor bendición.
Espera en Dios y tu puerta se abrirá.
Comentarios
Una puerta se cierra — No hay comentarios
HTML tags allowed in your comment: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>