No te quedes en base
A aquellos que les gusta el béisbol aprenden a disfrutar de todos los aspectos del juego. A pesar de que disfruto de buenas jugadas defensivas, prefiero cuando mi equipo favorito está al bate; después de todo, el equipo no puede ganar a menos que hagan carreras. Hay diferentes maneras de hacer carreras: hits, dobles, triples, jonrones, bases por bolas, por error o golpeado por un lanzamiento. No importa cómo el equipo haga las carreras, siempre y cuando al final del juego tu equipo favorito tenga más carreras que el otro equipo.
Cada jugador en el equipo tiene que tratar de conseguir llegar a base o adelantar a los jugadores que ya están en base. El equipo puede llenar las bases en cada entrada, pero aparte de mejorar el promedio de bateo, no significará nada a menos que los jugadores en las bases puedan llegar a ‘home’.
El mismo principio se puede aplicar a nuestras vidas. Podemos disfrutar cada bendición que recibimos de parte Dios, acercándonos más a Él con cada experiencia. Pero no importa cuántas bendiciones recibamos, no valdrá de nada si no llegamos a nuestro ‘home’ (hogar) celestial.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio?Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. – 1 Corintios 9:24-27
No te quedes en base.
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