Vacaciones
¿A quién no le gusta tomar vacaciones? Yo personalmente anhelo el tiempo de mis vacaciones. Solo hay un problema: tomo mis vacaciones muy en serio. En muchas ocasiones también tomo vacaciones de mi rutina de ejercicios y mi dieta, entre otras cosas.
No está mal reducir el ritmo de vida durante las vacaciones, pero a veces abandonar la rutina puede tener efectos negativos duraderos. Esto fácilmente puede generar en una ‘nueva’ rutina, resultando en cosas tales como, nuestro cuerpo acostumbrarse a no hacer ejercicio o a consumir grandes porciones de alimentos. Cuando esto sucede regresar a nuestras prácticas diarias puede ser sumamente difícil.
Hay rutinas que no se pueden abandonar. Un ejemplo son los ejercicios espirituales (oración, lectura bíblica, congregarse, ayunar, etc.). No hay que irse de vacaciones para descuidar los ejercicios espirituales. Los ajetreos de la vida pueden hacer que esto ocurra en cualquier momento.
Fácilmente nos podemos acostumbrar a la falta de ejercicios espirituales. Así como el cuerpo se ajusta a costumbres que pueden tener resultados dañinos, al dejar de hacer nuestros ejercicios espirituales podemos acostumbrarnos a prácticas que no son saludables para nuestra vida espiritual.
Podemos citar algunas referencias de prácticas espirituales como las siguientes:
Orad sin cesar. Dad gracias en todo… – 1 Tesalonicenses 5:17-18
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito… – Josué 1:8
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros – Romanos 13:8
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios – Hebreos 13:16
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre – Hebreos 10:25
Si estudiamos la vida de Jesús, veremos que de una forma u otra estas prácticas eran parte integral de su vida (apartándose para orar, citando las escrituras, amando y ayudando a los necesitados, o asistiendo a la sinagoga). Lo mismo podemos decir de los creyentes de la iglesia primitiva. Tenemos un ejemplo a seguir.
Es importante tomar tiempo para reposar, pero asegúrate de nunca tomar vacaciones de tus ejercicios espirituales.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. – 1 Corintios 9:24-27
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