Cuidando lo nuevo
En los últimos blogs hablamos de cosas nuevas y preparando lo nuevo. Una vez se obtiene algo nuevo es responsabilidad del dueño el cuidar su inversión.
¿Cómo tratamos las cosas nuevas?
No tratas un nuevo automóvil nuevo de la misma forma que a un automóvil viejo sino que lo cuidas con celo. No lo dejas abierto, tienes cuidado de no coger hoyos en la carretera, lo brillas, lo mantienes limpio, etc. Cuanto más debemos cuidar nuestra vida espiritual.
ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor – Filipenses 2:12
Un proceso continuo
Cuidar de cualquier inversión es un proceso que requiere continuidad. Para que un automóvil nueva se mantenga en buenas condiciones hay darle mantenimiento frecuente.
Al aceptar a Jesús entramos inmediatamente al camino de salvación, pero para mantenernos en ese camino se requiere de una relación frecuente con nuestro Señor.
estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo – Filipenses 1:6
Podemos estar persuadidos que aun con todas las situaciones difíciles vivamos, Dios continuara trabajando en nosotros hasta que lleguemos a nuestra morada celestial.
La meta
El propósito de un automóvil es transportarnos de un lugar a otro. El propósito de la vida nueva que recibimos en Cristo es transportarnos de una vida limitada e imperfecta a la eternidad.
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios – Juan 3:5
Cuida tu mayor inversión: la vida nueva que recibiste en Cristo.
Pingback:Cuidemos Lo Nuevo_Una Familia de Restauración y Amor que Camina en lo Sobrenatural de Dios