El fruto del creyente
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. – Juan 15:8
Los creyentes en Cristo podemos sentirnos presionados por las expectativas de fruto que la palabra de Dios pone en nosotros. Quizás nos podemos sentir inadecuados para alcanzar este objetivo. Pero este sentir solo puede surgir de un enfoque incorrecto acerca de cómo se produce este fruto, ya que el fruto no es algo que hay que esforzarse en producir sino algo que se produce de forma natural.
El agricultor no tiene que presionar a un árbol para que de su fruto. Cada árbol producirá su fruto de forma natural, en su tiempo y de acuerdo a su tipo de fruto. Lo único que puede hacer el agricultor es cultivarlo y esperar que este produzca su fruto a su tiempo.
Al recibir a Jesús somos injertados en Él (Romanos 11:17). Su influencia es como savia que va alimentando nuestras vidas y como resultado comienza a producir el fruto que nos identifica con El. Este fruto se produce sin esfuerzo, ya que brota de forma natural como consecuencia de nuestra relación con Jesús.
Una fruta se identifica por su forma, olor y sabor. Si una fruta no se ve como naranja, no huele a naranja y no sabe a naranja, aunque sea una fruta definitivamente no es una naranja. Una persona cuya vida no refleje las cualidades de Cristo no está en Él. Es el fruto el que nos identifica con Él.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. – Juan 15:5
Aquí hay dos enseñanzas importantes. Primero, el que está en Cristo produce mucho fruto. Segundo, el que no está en Cristo no puede producir fruto. Es en el contexto de esta enseñanza que podemos entender cuando Jesús dijo “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará” (Juan 14:12). ¡Qué bueno que no depende de nosotros! Nosotros simplemente somos los instrumentos a través de los cuales el fruto de Cristo se manifiesta.
No hay duda que se espera que el creyente produzca el fruto de Jesús en su vida. Solo esforcémonos en mantenernos unidos a Cristo como el pámpano se mantiene unido a la vid.
Comentarios
El fruto del creyente — No hay comentarios
HTML tags allowed in your comment: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>