A mi manera
Cada día se promueve más y más la idea de que cada persona tiene el derecho a hacer las cosas a su manera. Vemos esta idea impulsada por medios publicitarios, películas, programas de televisión, propaganda política, movimientos sociales y aún algunos líderes religiosos.
El poder hacer las cosas a mi manera nos ofrece un sentido de satisfacción, pero no necesariamente significa que sea la mejor manera de hacerlas. Adam y Eva decidieron hacer las cosas a su manera, pensando que sería lo mejor para ellos, pero sabemos el resultado de su decisión (Génesis 3:6,23-24).
Es cierto que aun en la biblia vemos la enseñanza que cada cual puede escoger como vivir su vida, pero también nos advierte que todas nuestras decisiones tienen consecuencias, sea para bien o para mal.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. – Romanos 12:2
Podemos vernos tentados a seguir las tendencias de este mundo y hacer las cosas a nuestra manera, pero la palabra de Dios nos ofrece un camino mejor: buscar la voluntad de Dios.
Hacer las cosas conforme a las enseñanzas de este siglo resulta en nuestra expulsión del Edén (la presencia de Dios). Pero gracias a Dios que Jesús abrió la puerta para que al buscar la voluntad de Dios podamos nuevamente disfrutar de Su presencia.
Hacer las cosas a mi manera no me lleva a ningún lugar. Entreguemos nuestras vidas a la voluntad de Dios y recibamos el resultado de hacer las cosas de la mejor manera: salvación y vida eterna.
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